lunes, 23 de mayo de 2011

Among Thieves Chapter 3: The Sunken City - La Ciudad hundida

Alex corrió y siguió corriendo tanto como sus piernas pudieron, era increible lo que habia avanzado el solo en cuestion de unas horas, logró atravesar la autopista sin mirar hacia atras, con una velocidad tan sorprendente que solo lo impresionaba a el, su secreto era simple, no se distraia ni pensaba ni un segundo en el factor cansancio, solo pensaba en conseguir esa ciudad hasta que, al termino de unas 3 horas se detuvo y no podia creer lo que estaba viendo... Pensando que de tanto correr debería estar mas cerca de su destino, parecía que se alejaba mas y mas, había encontrado una ciudad si, pero no la que el imaginaba, era una ciudad en un estado bastante deplorable, cuyas llamas causadas por llantas quemadas resaltaban por su alrededor. Al girar, veia un letrero que decía "Sunken City (Ciudad Hundida)" y todo esto le causó varias dudas a el, preguntándose porque esa ciudad tenia ese nombre y porque habían tantas llantas quemadas. La ciudad estaba desierta, nadie sabe quien o que causó ese desastre pero si algo era seguro es que alex no iba a quedarse para averiguarlo, siguió caminando y se dió cuenta que la unica manera de continuar era a través de la ciudad asi que, apretó bien sus manos y se adentro en la ciudad. Alex pensaba en que ya su vida definitivamente no sería lo mismo, estos eventos le cambiaron su vida para siempre y su manera de ver las cosas era distinta pero aun conservaba su inocencia que, en ese momento era su unico aliado junto con una extraña sensación de suerte y no evitó pensar que hubiera sucedido si al momento de salir y intentar gritar no hubieran disparado, seguiría con vida? No lo sabe pero no iba a devolverse a averiguarlo, ya esa zona quedó atras... O eso pensaba el.

- A lo lejos podia verse una cortina de humo que se acercaba lentamente hacia donde estaba el, lo que llamó un poco su atención. -que será eso? creo que la he estado viendo desde que salí de esa zona tan extraña, lo mejor sera ignorarla y seguir adelante- dijo. Asi que siguiendo su propio consejo se alejó y siguió su camino. Sunken city era bastante grande, parecía una metrópolis en sus buenos tiempos lo que la hacía una ciudad bastante poblada y muy popular por la "zona" en donde se encontraba. -de seguro mis habilidades en el soccer mejoraran muchisimo ya que logre correr todo esto y no estoy totalmente agotado jaja- dijo soltando una pequeña broma a el mismo -una pequeña broma no esta mal para relajarme un poco, me sirvio de algo al menos- dijo. Logró llegar al centro de la ciudad en un instante ya que se distrajo a si mismo haciendose bromas y hablando solo, parecía que se encontraba en un laberinto porque al ser una ciudad bastante grande se dividia en muchas direcciones y alex no conocía para nada la zona, en ese momento perdió un poco la calma. -rayos, estoy perdido, creo que seguir en una misma dirección todo el tiempo definitivamente no es bueno en muchos casos, y estas señales no van a decirme donde está la salida de esta ciudad, no se que hacer y esto parece una ciudad fantasma, lo mejor por ahora será ir a cualquier sitio y descansar un poco, ya mi mente estará mas aclarada para entonces- Se acercó a una pequeña tienda de dulces, entró y al ver que no había moros en la costa se acostó a descansar y así tratar de aclarar su mente para tratar de terminar esta pesadilla la cual no parecía tener un final.

- Ya en la casa de alex, se predijo todo lo que el había dicho, la mamá muerta de preocupación y con total razón ya que el era hijo unico, era el menor de 3 hermanos pero los perdió en un accidente y definitivamente no se planteaba perder al unico hijo que tenía con vida. Alex sufrió mucho de niño, no solo por perder a sus dos hermanos, sino por perder a su padre ya que se fue del país abandonando a su familia, esto no lo sabe ya que sucedió cuando el ni había nacido y la mamá siempre lo mantenía con falsas promesas de que su padre volvería pronto a verle y que estaba en un viaje de negocios. Su mamá se volvió muy sobreprotectora con el desde aquel accidente mientras iban de viaje a puerto colón, el chico no reclamó ni se enfadó porque el, mas que nadie, entendía por lo que ella estaba pasando y no quería ser una carga, por lo cual se convirtió en una especie de hijo modelo, eso lo alegró bastante a ella pero sentía en parte que lo hacía por ella y sacrificaba parte de su felicidad por hacerla feliz a ella; en varias ocasiones se lo dijo pero alex siempre esquivaba el tema preguntando que habia de comer o si quería ir al cine o al estadio a verlo jugar soccer. Decidida, agarró el telefono y contrató un detective y llamó a la policía para ayudar a buscar al chico que estaba deambulando, sin saberlo, en una ciudad fantasma.

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