- Aquel chico vivia en una casa que muchos consideraban grande, pero a el le daba igual, era una casa grande, no era una mansion, mucho menos una casa de 2 pisos, pero a el le gustaba, era amarilla, uno de sus colores favoritos, una cerca de piedras exoticas rodeaba el frente y un pequeño jardin del cual se encargaba de cuidar todos los dias antes y luego de regresar de su universidad. La casa contaba con un patio trasero donde estuvo toda su infancia, ahi aprendio a jugar beisbol, ahi beso a su primera chica, y celebro 16 de sus 21 años de vida. Nunca se quejo, amaba su vida tal y como estaba, no le gustaba ser monotono pero a la larga terminaria acostumbrandose e incluso gustandole...
- Este chico normal era conocido por un nombre normal: Alex, con unos 21 años su vida era como la de un chico normal, estudiante en la universidad de su ciudad, un estudiante regular con calificaciones regulares, amigos de clase media y bastantes, bastante extrovertidos a diferencia de el quien era un completo extraño. Alex era conocido por ser un chico sin talento alguno, sin alguna habilidad que le hiciera destacar, sus habilidades en los juegos de mesa eran regulares, tenia una marca personal bastante balanceada entre victorias y derrotas, al igual que en los deportes nunca se destacó en algo especifico, en el futbol soccer sus habilidades no eran de destacarse, solo de vez en cuando aparecia un destello en sus fintas y en su definicion, de resto era un chico como cualquier otro. Los dias de Alex no eran nada fuera de lo normal, se levantaba temprano, era un chico bastante responsable, desayunaba a tiempo y tenia 5 minutos para disfrutar de su programa favorito de TV que a pesar que nunca pudo ver un episodio completo disfrutaba de esos 5 minutos mientras su transporte llegaba a recogerlo. Alex tambien era conocido por sus amigos ya que como cualquier persona cometia errores pero, de algun modo el solia cometerlos mas seguido. Alex siempre llegaba a tiempo a todas sus clases, prestaba atencion y hacia todos sus deberes, pasaba un rato con sus amigos y luego se iba a su casa, solo unas pocas veces se podia decir que tuvo un dia bastante diferente a sus dias usuales, luego de llegar le agradecia a Dios por otro dia mas con vida, se iba a preparar la cena, veia un poco de TV y iba a la cama dando un dia mas por hecho.
- Un dia como cualquier otro iniciaba, alex se levantó mas temprano de lo usual y eso era algo que no pasaba todos los dias, mucho menos a alguien como el cuya vida seguia una monotonía bastante extensa. El no lo sospechaba pero no tenia idea de que este dia no iba a ser como cualquier otro. Ana, su mama, le noto algo cansado y no evito acercarsele y preguntarle: - ¿Qué te sucede hijo? -Nada mamá, no pasa nada, solo me levante un poco mas temprano de lo usual, eso puede pasar. Tranquila- le respondio Alex. -Ok hijo, si te sientes mal no dudes en decirmelo, no es bueno que asistas a clases en malas condiciones, te puedes poner peor- le dijo su mamá con voz de preocupacion. -De verdad tranquila mamá, estoy bien, solo algo cansado porque me levanté temprano pero con un baño estaré listo- respondio Alex con un tono relajado -sabes donde está mi desayuno?- preguntó alex. -en el microondas hijo, me tomé la libertad de preparartelo hoy para ti, disfrutalo- le dijo la mamá con voz de victoriosa. Alex soltó unas sonrisas y dijo -gracias mamá.
- Luego de su desayuno, alex noto que, por primera vez, no tenia que ver solo 5 minutos de su programa favorito de TV, sino que podia mirar todo el programa, ya que alex solia ver solo los ultimos 5 minutos y según el, eran los mejores del programa. Sin embargo, alex estaba un poco sorprendido ya que disfruto de su programa completo. A los 30 minutos que duraba exactamente el programa, alex se sorprendio de ver que su transporte no habia llegado, tendria esto que ver con el hecho de que se levantó 15 minutos antes de su hora habitual? Eso nadie lo sabia... ni el propio alex.
No hay comentarios:
Publicar un comentario