- El desierto, un lugar del que nadie pudo salir con vida debido a su altas temperaturas y al hecho de que nadie vivía allí, solo un demente pondría un intento de "hogar" en un lugar tan extenso, solo y caliente como un desierto. Bueno, entonces no conocían a alex, este chico se adentró en este desierto no porque quiso, no tuvo opción, el pobre trata de encontrar una manera de ir a casa y mientras el seguía pensando que se acercaba mas a su destino, solo el tiempo le decía poco a poco que estaba alejándose. -Ya siento que no tengo mas voluntad... Mis piernas ya caminan por si solas y no he comido nada en dias... donde estaré?- solo pudo decir eso, parecía que iba a perder su batalla y que iba a llegar hasta acá, pero no se le podía recriminar mucho, si alguien luchó bastante para sobrevivir y llegar hasta ese punto, ese es alex. A pesar de que salía a conocer el mundo por primera vez luchó contra ladrones, asesinos (aunque solo escapó de ellos) huérfanos y logró salir completamente ileso de 2 zonas bastantes peligrosas, nada mal para ser su primera vez en el exterior pero algo le impidió rendirse, eran sus hermanos y su madre, alex sabía que no podía darse el lujo de morir en un lugar así, sentía que no había luchado lo suficiente pero tenía que continuar, para volver a colocarle una sonrisa a la persona que mas amaba, tampoco podía dejar a sus amigos, no se imaginaba en lo absoluto un paisaje ni un futuro sin ellos. Antes de desplomarse tomó fuerzas y con un pie hacia adelante siguió moviéndose, hacia un destino incierto, la ruta estaba completamente llena de arena y no lograban observarse alguna señal de civilización.
- Una hora después de tanto caminar, no podía evitar sentirse cansado, y el clima definitivamente no le estaba ayudando. -como quisiera ser un camello, o al menos tener unas provisiones para recuperar energías. Estoy caminando en vano y por mas que lo hago este desierto se hace cada vez mas extenso, no se hasta donde podré llegar-. Cuando pensaba que todo estaba perdido, vio un cactus, uno bastante largo, pero el cactus no era la buena noticia ya que al su lado se encontraba una carretera (por supuesto abandonada) pero eso significaba una cosa, que alguna ciudad debía estar al final de esa carretera, o al menos algún sitio para comunicarse. Tanta alegría casi hizo que soltara una lagrima pero no tenía tiempo que perder asi que se dirigió tan rapido como pudo su cuerpo, hacia un lugar que nadie conocía, y hasta ahora a aquel lugar que el pensaba llamar hogar.
- Carolina y los chicos también estaba en un desierto pero no era el mismo en el que alex estaba ya que tomaron rutas diferentes y los chicos nunca llegaron a sunken city (ciudad hundida) lo cual complicaba sus probabilidades de hallar a alex en el desierto, pero claro, eso era algo que ellos no sabían. -Vero, no tienes agua? hay mucho calor...- dijo angelina. -no te la tomes toda, recuerda que debemos ahorrar energías para continuar- respondió. La diferencia de su desierto al de alex era simple, ese desierto tenia mas señales de vida, habían 2 pueblitos a lo largo donde podían descansar y luego continuar, a alejandro no le pareció esto una mala idea y le propuso a carolina descansar allí ya que estaban muy agotados y angelina no superaba aún el encuentro tan terrible que tuvieron. Carolina no quería detenerse ya que ella presentía que alex no iba a detenerse por nada ya que le conocía bien pero alejandro tenía mucha razón. Tenían que calmar a angelina y para ser honestos la moral del equipo no estaba muy bien a pesar de que ella se destacó en su ultimo plan. -Ok, de acuerdo, vamos a ese pueblito, allí deberíamos poder descansar bien y estar listos para continuar mañana-. -Te lo agradezco caro, andando chicos!- gritó alejandro. Los chicos se dirigían asi, a su primera parada, Desert Town (pueblo del desierto). Nota: curioso nombre para el lugar donde se encontraban no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario