- Carolina y Angelina estaban asustadas, no era para más si estaban llegando a la zona industrial, la zona más peligrosa del estado. En esa zona viven asesinos, criminales y ladrones muy reconocidos por sus actos de alto rango, muchos violadores estaban ahí también y eran considerados héroes por sus hazañas. Una zona en la que definitivamente no deberían estar los chicos buenos como ellos. Pero como llegó alex ahí? bastó una distracción minúscula sobre su transporte que nunca llegó para que el bus se saliera de su ruta y lo llevara directo a la zona de la oscuridad como también suelen llamarla. Carolina era la más inteligente del grupo, así que no dudaron en llamarla líder o jefa como le decía Angelina. -como puede ser que alex esté acá? me parece prácticamente imposible- preguntó José. -Es sencillo, recuerden que alex nunca supo tomar el bus correctamente, tampoco supo donde bajarse, así que mi teoría es que decidió esperar hasta la ultima parada pensando que era en la ciudad y encontrar el camino a la universidad- respondió Carolina. La teoría de Carolina era bastante buena, cualquiera sacaría una deducción así de conocer bien a alex, una lastima ciertamente que, aunque pudo estar en lo cierto, no lo estaba pero dieron con el lugar correcto, o al menos tomaron un buen inicio.
- Angelina era bastante buena en los juegos de búsqueda, así que Carolina le pidió su ayuda para encontrar algún rastro sobre su paradero. No querían adentrarse mucho en la zona pero algo de repente les hizo cambiar de opinión. A lo lejos vieron una mancha de sangre y un pañuelo, pero no era cualquier pañuelo ya que Carolina y Verónica lo reconocieron de una vez. Era el pañuelo que Andreina le había regalado a alex en su cumpleaños. Al verlo, no evitó soltar unas lagrimas y salió disparada hacia donde se encontraba dicho pañuelo. -No hay duda, esto es de alex... Dios mio, donde podrá estar? Ojalá esté muy bien, no se lo que haría si...- Dijo Angelina pero Alejandro le cortó la conversación: -Calla, alguien se acerca, oigo pasos- Dijo en voz muy baja. Era cierto lo que alejandro decía, se escuchaban pasos, y parecía que eran varios pasos, su grupo no tenía lo suficiente como para hacerle cara a las personas que se acercaban ni mucho menos pensaban hacerlo sabiendo que estaban armadas o podían estarlo al menos. -Escondanse, rapido!- dijo carolina intentando mantener la calma. Pero no todo siempre podía ir a la perfección, un pequeño error les costó caro, muy caro ya que en ese momento, Jesús intentaba llamar a angelina para saber si ya tenían una idea concreta sobre donde podría estar alex, llamó a su teléfono y la pobre de angelina olvidó quitarle el ruido al sonar una llamada entrante. Ese ruido tan fuerte llamó la atención de unas 3 personas que no podían evitar escucharla ya que estaban bastante cerca, que mala suerte ! los chicos fueron descubiertos, y aún sin tener pistas exactas sobre alex, sólo un pañuelo y no indicaba claramente hacia que dirección se fue. Los ladrones (3 en total) sonreían felices, tenían unas buenas presas y en cuanto a las chicas sin duda ellos tendrian una negociación bastante larga con los violadores con motivos de venta. Alejandro intentó un movimiento rápido pero el arma del ladrón fue más rápido que el. -Alto chico listo, o hasta acá llegan tus días de juventud, atras!-. Alejandro no tuvo opción que hacer caso a sus ordenes y resignado retrocedió. -Muy bien, ahora entreguen todo incluyendo a estas chicas tan bellas que tienen- dijo el ladrón. -Si te atreves a...- intentó José. -No te la pases de chico listo, recuerda que mientras yo este de este lado del arma, yo seré quien de las putas ordenes, quedo claro?- Reaccionó el ladron apenas vió a jose. Los chicos estaban atrapados, sin salida y con tres ladrones que no dudarían ni por un segundo matar a cualquiera que diera el primer paso en falso. Tendrán un milagro? Todo producto de una mala suerte y de una llamada que no debía ocurrir en ese momento
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